Cómo empezar a invertir en 4 pasos

Ey, felicitaciones, si estás leyendo esto te mereces un aplauso enorme, no muchos tienen la determinación suficiente para generar un cambio de verdadero impacto en su vida.

Ponete cómodo, hacete un mate, y disfruta del tema que vamos a ver hoy 😉

Anteriormente hablamos sobre nuestros gastos, como identificarlos, y como ordenarlos para ahorrar lo máximo posible.

¡Ahora toca pasar a la acción!

Hoy vamos a hablar de cómo armar un presupuesto, y cómo pasar a la acción para lograr alcanzar la libertad financiera.

4 pasos para pasar a la acción

1) Alinear nuestra visión sobre el dinero con nuestra personalidad.

Para alinear el dinero con nuestros valores como persona, propongo tres ejercicios:

• Ver el dinero como tiempo:

Si ganas $150.000 mensuales trabajando 40 horas semanales y te compras un iPhone que vale $200.000, no te costó ese precio, te costó 213 horas de vida, lo cual es mucho más valioso y escaso que el costo de lo que te compraste.

• El dinero es un medio y no un fin:

En mi caso, ahorro para un solo objetivo: alcanzar la libertad financiera. No gasto plata para proyectar un estilo de vida en una escala social imaginaria.

¿Qué es la libertad financiera?

Cómo gastas el dinero te define como persona. Si te gusta invitar o regalar cosas a tus seres queridos, eres generoso. Si compras poco, pero de mucha calidad, eres inteligente. Si no malgastas dinero tontamente, sos disciplinado. Si no compras para tratar de impresionar a los demás, tenes seguridad en ti mismo.

Como dice la primera lección del libro ‘La psicología del dinero’, “El ahorro es la brecha entre tu ego y tus ingresos”.

• ¿Cuánto dinero necesitamos para ser felices?

Como para prácticamente todo en la vida hay un punto óptimo. Financieramente hablando, si conseguimos cubrir nuestras necesidades básicas (un techo y un plato sobre la mesa), comodidades para vivir más holgadamente e incluso algún lujo, el dinero nos hará más felices. Pero a partir de un punto más cantidad empeorará nuestra satisfacción.

Pensá en el chocolate. Un milka oreo de vez en cuando tiene un efecto positivo. Nos resulta sabroso, salivas de placer, te da energía y no vas a engordar. Pero si te comes diez todos juntos te va a empezar a doler la panza, vas a engordar, y ya no lo vas a disfrutar.

La plata funciona de forma similar.

Por eso es muy importante alinear nuestro pensamiento hacia el dinero. Esto no se trata de hacerse rico, si no de encontrar un estándar de vida que nos haga felices y luchar para que cada vez necesitemos intercambiar menos tiempo (trabajo) por mantenerlo.

Ser bueno con tus finanzas personales tiene más que ver con tus hábitos que con tu nivel de inteligencia.

2) Identificar ingresos, gastos, y nuestra situación financiera actual.

El primer paso es identificar nuestros ingresos. Esto puede resultar muy sencillo para aquellas personas que trabajan en relación de dependencia, pero no tanto para aquellos que trabajan por comisiones de ventas, son emprendedores, o tienen un negocio con ingresos muy fluctuantes. En este caso, es conveniente tomar el promedio de los últimos 3, 6, o 12 meses según qué tan variable sea.

Luego, debemos identificar nuestros gastos. Esto suele ser lo más complicado porque implica sentarse a ver todas nuestras facturas, resúmenes, o anotaciones del pasado. Lo que recomiendo es olvidarse de la mala planificación que hicimos en el pasado, hacer borrón y cuenta nueva, y arrancar el 1 del mes que sigue llevando un registro minucioso de nuestros gastos. De esa manera a fin de mes tendremos nuestro diagnóstico listo.Hecho todo esto podemos empezar a sacar nuestras primeras conclusiones sobre nuestra situación financiera actual. ¿Cuánto gano -en promedio- por mes? ¿Cuánto gasto y en qué? ¿Cuánto estamos ahorrando? ¿Sobra dinero a fin de mes? ¿Cuánto dinero tenemos ahorrado?

3) Armar un presupuesto y controlarlo mensualmente.

Tener un presupuesto significa que vamos a controlar y planificar nuestros movimientos de dinero a futuro, sobre todo lo que tiene que ver con gastos.

Los primero que debemos hacer es aplicar a nuestro análisis de ingresos y gastos la regla del 50/30/20.

(Si no sabes que es la regla del 50/30/20 te recomiendo ir a la lección anterior donde hablamos de este tema). 👉 Acá podés leer ese post.

Utilizamos el siguiente ejemplo:

Mis ingresos: $100.000

Gastos Fijos: $41.500 (41% de mis ingresos :D)

Gastos variables: $35.000 (35% de mis ingresos ☹)

Ahorro: $23.500 (23.50% de mis ingresos :D)

En este ejemplo, vemos que estamos un poco excedidos en nuestros gastos variables por $5.000. ¿Qué haría yo? Volvería al registro de los gastos que hice en el mes, y buscaría dentro del rubro de gastos variables que categorías puedo ajustar. En mi caso, voy a intentar reducir los gastos hormiga, y, sobre todo, las salidas a comer con mis amigos.

Para hacer este control lo ideal es volver al registro de gastos que hicimos en este primer mes de trabajo y, en principio, asignarles el mismo monto para el mes siguiente menos lo que debemos ajustar en aquellas categorías en las que estamos excedidos.

Digamos que en mi presupuesto voy a asignarle a “Salidas con amigos y entretenimiento” (dentro de mis gastos variables) un monto de $10.000. Durante los próximos 30 días voy a tener que ir controlando y registrando cuanto estoy gastando en esta categoría para no pasarme. Una técnica que uso es dividir el monto en 4 semanas, separo esa plata, y cuando me quedo sin dinero trato de elegir planes que no sean costosos. Si me sobra, queda más para ahorrar o gastar en la siguiente semana.

4) Empezar a invertir.

Ahora que conocemos nuestra situación financiera actual, ordenamos nuestras finanzas personales, y alineamos nuestros valores con el dinero, es momento de ponerse a pensar en poner a trabajar nuestros ahorros para hacerlos crecer.

¿Qué es invertir?

Invertir es colocar tu dinero en productos financieros para recibir beneficios a corto, mediano o largo plazo. ¡No confundas la inversión con el ahorro! Si bien el segundo es vital para la existencia del primero, el destino del dinero es muy distinto en ambos casos.

¿Por qué invertir?

El dinero que ganamos puede hacer dinero. Y el dinero que hace el dinero que ganamos, hace más dinero.

Esto se llama “interés compuesto”.

Con el tiempo, la decisión de ahorrar o invertir puede generar una diferencia muy grande para nuestro dinero. Una persona que solo ahorra, tendrá al cabo de un tiempo solo el dinero que logro juntar, mientras que aquella que lo invirtió, tendrá su dinero junto al fruto de sus inversiones.

Por ejemplo:

Si ahorras $200 dólares todos los meses, en 20 años vas a tener $48.000 dólares. Pero, si en vez de simplemente ahorrar, invertís ese dinero en la bolsa de Estados Unidos que en promedio rinde 12% anual tendríamos al final del mismo periodo $168.000.

Si, claro, no vas a hacerte millonari@ de la noche a la mañana. Pero si querés ahorrar para alcanzar tus sueños y hacer crecer tu dinero, invertir tus ahorros es el mejor camino.

¿Cómo hacer mi primera inversion?

Hoy hay plataformas como Welfi, que te permiten invertir tu dinero sin necesidad de contar con conocimientos previos en inversiones.

1. Registrate en Welfi y completa el test para conocer tu perfil de inversor, tu salud financiera, y recibir un plan de inversión a medida tuya.
2. Hace click en “Realizar mi primera inversión”
3. Configura el dinero que querés invertir, elegí el riesgo, y mira la simulación de esa inversión. ¿Te gusta?
4. Dale click a “comenzar a ahorrar” y tu dinero se invertirá automáticamente 😊

No tenes plazos mínimos de inversion, invertí lo que quieras y retíralo cuando quieras.

Empezá con lo que puedas, $1000, $10.000, o $100.000, lo importante es dar el primer paso!

Antes de despedir esta lección, quiero dejarles estos extractos de los libros de dos autores que admiro:

“La verdadera riqueza consiste en dormir sin preocupaciones, tener la conciencia tranquila, practicar la gratitud recíproca, vivir sin envidias, tener buen apetito, fortaleza muscular y energía física, reírse con frecuencia, no comer solo, no ir a clases de gimnasio, realizar algún trabajo (o pasatiempo) físico, no visitar salas de reuniones, ir bien de vientre y recibir alguna que otra sorpresa periódica”. Nassim Taleb

“Un cuerpo en forma. Una casa llena de amor. Una mente en calma. Estas tres cosas no pueden ser compradas. Necesitan ser adquiridas”. Naval Ravikant

Esto es todo por mi parte.

Recordá que podés conseguir todo nuestro Curso de Finanzas Personales en formato PDF con ilustraciones hermosas.

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